PR12 06.03.2011/ MARIO LORENZO
Las transformaciones a las que se enfrenta el periodismo actual, que configuran un futuro incierto y casi en vías de construcción, constituyen un caldo de cultivo idóneo en el que se enmarcan conferencias, debates, charlas, coloquios… en torno al futuro del periodismo. El pasado 25 de febrero, de la mano de Joan Albert Alberich, periodista e integrante del gabinete de Relaciones Públicas de la Associació Catalana de la Premsa Comarcal (ACPC); y Francesc Martínez Sanchís, jefe de redacción de “Saó” y presidente de la Associació de Publicacions Periòdiques Valencianes (APPV), los alumnos de periodismo de la UMH volvimos a comprobar cómo para muchos periodistas de larga trayectoria el periodismo local se erige como la alternativa de presente y futuro del periodismo.
El periodismo local materializado en el periodismo de proximidad fue, sin duda, uno de los temas centrales de la conferencia de ambos periodistas, pero desde los enfoques particulares de la prensa catalana y valenciana respectivamente, que, por cierto, muestran situaciones dispares.
Alberich fue el encargado de abrir la conferencia, como representante de la ACPC, asociación que busca defender los intereses de la prensa local y comarcal promoviendo iniciativas que redunden en su beneficio. Una de esas iniciativas, el “Libre Blanco de la Premsa Comarcal” (trabajo desarrollado junto a Marketing Media Europe i Media Hotline con la colaboración de la Universidad Pompeu Fabra), es la que el periodista presentó, sirviéndole como hilo conductor, durante su intervención. En referencia al libro, Joan indicó que en Cataluña “existe una fuerte penetración de la prensa comarcal y local catalana en el territorio, la cual le permite una proximidad al lector que le otorga estabilidad y equilibrio”. De hecho, las cifran ponen en evidencia que se trata de un medio consolidado y potente: reúne a 133 publicaciones comarcales y locales, que generan 1690 puestos de trabajo, aportan más de un millón de lectores y que consiguen 74 millones de euros de ingresos totales. Así, para el barcelonés, “la prensa comarcal, la prensa de proximidad se convierte en la reina del periodismo contrastando con los medios generalista y convirtiendo a la prensa local y comarcal como el medio más leído entre los ciudadanos”. No obstante, no deja de reconocer que la prensa comarcal catalana podría mejorar su competitividad si ganara dimensión empresarial, intentara acercarse a una audiencia más segmentada de lectores, y se adaptara de forma eficaz a las nuevas tecnologías. Y, lo mejor, según Alberich, es que existe una manera de conseguirlo: mediante el trabajo conjunto de editores a través de la Associació Catalana de la Premsa Comarcal.
Tras Joan Albert Alberich, tomó la palabra Francesc Martínez Sanchís, quien presentó un panorama muy alejado de la realidad de la prensa catalana. Ya el título de su libro – “Periodisme contra les cordes”- vislumbraba una situación menos alentadora. Y, efectivamente, el jefe de redacción de “Saó” puso de manifiesto las series dificultades que encuentran los medios valencianos para sobrevivir. Según el autor, además de que los medios valencianos deben enfrentarse diariamente a la competencia desigual de sus homólogos en castellano, que disponen de mejores expectativas de mercado, éstos cuentan con escaso apoyo de las instituciones y del gobierno. Así, entre las subvenciones concedidas a los medios en lengua autóctona, la Comunidad Valenciana se encuentra en el último puesto con 120.000 €, frente a los 7 millones que recibe Cataluña, los 5,7 millones de Galicia o los 3,5 del País Vasco.
Ni la oficialidad de la lengua recogida en el Estatuto de Autonomía, ni los más de 25 años de la Ley del Valenciano, ni tampoco la RTVV han favorecido la presencia del valenciano en los medios de comunicación, que es marginal. “El periodismo valenciano vive contra las cuerdas de la inanición, es un sector débil y minoritario”, indicó Martínez. Las únicas publicaciones mercantiles que salen al mercado en lengua catalana son la revista “Saó” y “El Temps”. Una situación opuesta al panorama catalán que Francesc Martínez, no sólo denuncia en su libro, sino ante la cual ha un plan capitaneado por la Associació Catalana de Premsa Comarcal para acudir a Bruselas e intentar que la Unión Europea apruebe una resolución para la protección de la prensa con lengua propia.